sábado, 14 de noviembre de 2009

Roi Fainéant

El principio Antrópico dice que ''El mundo es como es porque hay seres humanos que se preguntan por qué es así ''. El universo cobra sentido por que nosotros estamos en él, y sin nosotros sería inútil y no existiría. ¿Qué sentido tendrían millones de galaxias en el cielo si ni nosotros ni nadie existe para contemplarlas?
En los últimos años se ha confirmado la idea de que las leyes, rígidas e invariables de la naturaleza (como son la ley de la gravedad, de la inercia, etc), y por las que se rige nuestro Universo, están ajustadas a la perfección, con un margen de error inferior al 2%, para permitir nuestra existencia. Si la gravedad fuera un 2% mayor las estrellas y las galaxias nunca hubieran podido formarse, ya que la materia se atraería en exceso provocando continuos choques; si la gravedad fuera un 2% menor las estrellas y planetas nunca habrían tenido capacidad de atracción suficiente como para formar cuerpo estables. Al igual que con la gravedad, este ejemplo se podría hacer con el resto de leyes físicas.
La probabilidad de que surja un único Universo y que tenga exactamente las leyes naturales calibradas para la vida como es el nuestro, es igual a 0'0000... y así hasta llegar a los 120 dígitos decimales. No es una idea razonable pensar que algo está ajustado en 120 dígitos decimales accidentalmente.
Llegados a este punto nos surgen dos posibilidades:
1-El Universo tiene estas leyes físicas tan óptimas para la vida no por casualidad, sino por probabilidad. Muchos científicos defienden que existen infinidad de universos, cada uno con sus leyes naturales (mejor o peor ajustadas para nuestra existencia) y nosotros simplemente nos encontramos en un Universo cuyas leyes nos son favorables para nuestra existencia y desarrollo.
2-La segunda posibilidad, y basandonos en el Principio Antrópico, es la de que damos sentido al Universo. Alguien ha creado, ha calibrado este Universo y sus leyes naturales para que sean favorables para la vida. Nos viene a la mente la imagen de un Dios creador del universo, un Dios con barba blanca, que habita en los cielos y que nos vigila constantemente... Pero la posibilidad de un Dios ''calibrador'' del Universo nada tiene que ver con las ideas simples e interesadas llevadas a cabo por cualquier religión que existe o ha existido, es mucho más serio y complejo que eso. Stephen Hawking dijo una vez ''el Universo se rige por unas leyes bien definidas. Estas leyes pueden haber sido decretadas por Dios, pero parece ser que él no interviene en el Universo para romperlas, al menos no una vez que las puso a funcionar tras el Big Bang''.
Dios como rey que no hace nada, un Roi Fainéant como dirían los franceses.